Cuando decides acudir a un psicólogo, no solo esperas recibir algunas pautas que puedas poner en práctica para comenzar a obtener resultados. Esperas algo más profundo que eso.
Buscas comprensión, un conocimiento de ti misma/o más profundo y deseas sentir seguridad para mostrarte vulnerable.
Esperas que el terapeuta se comprometa a comprenderte en un nivel más profundo, para así poder abordar las raíces de tus dificultades y encontrar una verdadera transformación, sin que la terapia se convierta en algo mecánico, dictada por manuales rígidos de psicología.
Es a través de esta relación terapéutica auténtica y significativa que podrás explorar tus pensamientos más profundos, sanar heridas emocionales y desarrollar nuevas perspectivas y habilidades para enfrentar los desafíos de la vida.
Esto es lo que precisamente encontrarás en este espacio terapéutico.
Dedicarme a la psicología fue una decisión totalmente inesperada para mí. Y así es la vida, nuestros gustos, opiniones y preferencias pueden ir modificándose conforme vamos viviendo, y de acuerdo a las experiencias que forman parte de nuestra historia.
Quizás fue el deseo de cambiar algunas cosas con las que no me sentía cómoda, y también, quizás el interés por poder mirarme a mí misma desde otra perspectiva. La verdad, no estoy segura. Pero lo que sí siento, es que elegí algo, que ahora es mi pasión, y unos de mis motores en la vida.
Me doy cuenta, de que me motiva aportar mi granito de arena para poder cambiar algunas cosas del mundo que no están bien, o que al menos, no son sanas, ni nos permiten vivir en equilibrio con nosotros y nosotras mismas.
Me especialicé en sexología y terapia de parejas, intentando comprender, el lugar que ocupa la sexualidad y las relaciones en el mundo de las mujeres y los hombres.
La perspectiva de género es algo inherente a mi trabajo, y me parece imprescindible para cualquier psicoterapia. Veo día a día cómo esta socialización de género afecta y limita, a la vez que ejerce una presión importante sobre las personas que acuden a consulta.
Trabajo desde un enfoque integrador. Me he nutrido de varios enfoques y he acogido las ideas y las herramientas que me han parecido más valiosas para un proceso terapéutico. Esto también me facilita el poder adaptarme a la persona y al motivo de consulta.
Y como esta disciplina sigue creciendo, para mí es prioridad seguir adquiriendo nuevos conocimientos para poder mantenerme en continuo crecimiento.
Soy mamá de dos niñas, me gusta el yoga, hacer surf, disfrutar de la naturaleza, del mar. Soy una persona sensible, me resulta fácil emocionarme cuando veo o cuando siento algo bonito. Cada día intento ser mejor persona y, para lograrlo, también intento cuidarme a mí misma un poquito más.
Lo que más me importa es que la persona que decida empezar un proceso terapéutico en mi consulta se sienta acogida, protegida, segura y cuidada.
Te doy la bienvenida a tu espacio seguro
Mi experiencia ha sido muy agradable. Marta sabe escuchar,es respetuosa en los tiempos de hablar de cada una,lo hace todo ameno. Sabe dirigir y redirigir la conversación para que no se termine divagando. Se preocupa por seguir los avances de otras sesiones pasadas.Con ella es fácil hablar, da paz y se aprende. El resto depende de uno.
De M.S
Paciente
Marta ha sido esa guía fundamental que me ha alumbrado las áreas de mi vida que más lo necesitaban para seguir conociéndome mejor a mí misma, para tener una percepción más real de mí misma y de los que comparten mi vida. Ojalá podáis también cruzaros con ella en vuestro camino y encontrar la ayuda que estáis buscando. Totalmente recomendable.»
De B.C.
Paciente
Marta para mi es Equipo, Profesional y Persona (Ninguno sin el otro). Humana. Ahora, en total agradecimiento a ella, tan solo tengo que recordar de vez en cuando el camino marcado y seguir mirando al frente.»
De J.E.
Paciente
¿Quieres comenzar tu proceso terapéutico
en este espacio seguro?